Warren Buffett traspasa su imperio al hombre más rico del mundo
El inversor Warren Buffett ha querido que su amigo, el fundador de Microsoft, Bill Gates, se ligue a su firma de inversión de por vida. El hombre más rico del mundo según la revista Forbes ha pasado a formar parte del equipo de Berkshire Hathaway.
El hombre más rico del mundo según la revista Forbes ha pasado a formar parte del equipo de Berkshire Hathaway y, junto con el presidente de Coca Cola, Don Keough serán los encargados de mantener la cultura y los valores de la firma una vez que Buffett, de 78 años de edad, falte.
Así lo han explicado en sendas entrevistas concedidas a Bloomberg Televisión, donde Gates ha afirmado que "siempre tenemos que pensar en lo que puede pasar y asegurarnos de que Berkshire no sea sólo grande ahora, sino por siempre".
El propio Buffett, también entrevistado por la agencia, aseguró que el puesto más importante del equipo de dirección le sustituirá como presidente y consejero delegado de la firma cuando sea incapaz de atender sus deberes.
El oráculo de Omaha, que este sábado se reunirá con unas 35.000 personas en su encuentro anual con los accionistas, tratará el tema de su plan de sucesión. "Es el asunto más importante", aseguró en la entrevista, "no hay nada más importante. Nadie sabe si este día será mi último día."
No obstante, los acontecimientos han dado un giro inesperado. Con estos dos nuevos nombramientos, el centro de atención del encuentro más popular del año será el fundador de Microsoft.
¿Será Gates el sucesor de Buffett?
De ser así, la noticia no sólo sería un "bombazo" en la prensa económica sino que supondría un adorno más en la carrera de un hombre que comenzó en un garaje antes de amasar la mayor fortuna del mundo. Pero la noticia, lanzada apenas unos días antes de la celebración de la reunión de Omaha no tiene nada de casualidad.
Con la unión de Gates al equipo de Berkshire el fondo del encuentro cambia de dirección. Desde que el pasado mes de marzo Buffett entonara el "mea culpa" ante los inversores por una caída del 62% en su beneficio en 2007, el mundo entero ha esperado la reunión de Omaha como agua de mayo, y nunca mejor dicho.
En esta ocasión, estaba previsto que el tono fuera distinto al acostumbrado, donde habitualmente se preguntaban banalidades como la alimentación del gurú de Wall Street o sus relaciones directas con Dios.
Desde que se hiciera pública una polémica carta de Buffett, en la que reconocía haber hecho "algunas cosas tontas en lo que a inversión se refiere", para justificar las demoledoras cuentas al cierre del ejercicio, el inversor había recibido "un puñado de preguntas directamente relacionadas con Berkshire y sus operaciones", según aseguró.
"El año pasado fueron prácticamente ninguna. Por lo que tendremos que reconducir el debate hacia los negocios de Berkshire”, explicaba Buffett en su carta a los accionistas.
Ahora habrá que ver si el sábado su cumple con lo esperado o si, por contra, el nombramiento de Gates acapara toda la atención y diluye los errores cometidos por el hasta hace poco "infalible" Buffett durante la crisis.
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