Si en casa das dinero conforme te lo van pidiendo, esta práctica te puede dejar en la ruina; explica a tus hijos siempre por qué unas veces sí le das dinero y otras no.
CNN Expansión
Si en algún momento de tu vida haz sentido que de tu bolsillo sólo salen billetes y pierdes la cuenta de tus ingresos y egresos, es hora de poner orden en casa e iniciar un presupuesto familiar.
Para no caer en la dinámica de "cajero automático", lo recomendable es tener muy claro cómo distribuir los ingresos de manera más eficiente.
Esto quiere decir que tus ingresos, el dinero que recibes mensualmente, no sean menores a tus egresos, los gastos que realizas mensualmente, de lo contrario, estarías llevando la economía familiar a la quiebra.
Para lograr equilibrar la balanza, es preciso que hagas una lista de los gastos más importantes como lo pueden ser: alquiler, servicios, alimentación educación y salud, si después de destinar una cantidad tienes un dinero extra, la recomendación es ahorrar el 10% y el sobrante destinarlo para el entretenimiento.
Si usualmente, tienes el dinero en el bolsillo del pantalón o la cartera, y vas sacando conforme te van pidiendo, esta práctica te puede dejar en la ruina y crear un desbalance en tu presupuesto.
Lo ideal, es que funciones como el gerente de un banco, lo cual significa que planees, lleves un record de todo lo que gastas, en qué y cada cuánto, todo con el único fin de organizar tus egresos.
Padre de las finanzas familiares
Además de hacer que tu familia participe de una práctica sana en las finanzas, este tipo de actitudes frente al dinero hará que todos en casa sean más responsables y a tus hijos les ayudarás a valorarlo.
Un primer consejo es no darle tanta prioridad a los símbolos monetarios y al consumismo, los mismo padres deben de tener una idea de consumo más racional. También se deben crear sesiones de presupuesto familiar con los niños desde muy pequeños, de tal manera que ellos comprendan en qué se está destinando el dinero.
En todo momento se le debe explicar a los pequeños por qué unas veces sí se da el dinero y otras no, esto para ayudarlos a comprender que si se gasta en determinado producto se estaría dejando de invertir en algo más importante como su educación, salud o alimentación.
Los padres muchas veces manejan el presupuesto al margen de los niños, y muchas veces los niños piden, de repente los padres les dan o no y ellos se acostumbran a que es una especie de estado de ánimo de voluntad del padre. Por eso si siempre se da el dinero, simplemente ellos seguirán pidiéndolo.
Con un buen plan de finanzas familiar se puede llegar a los 45 o 55 años, con la tranquilidad de que la calidad de vida en la vejez estará garantizada.
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